La transformación cultural del Colegio José Agustín Alfonso a través de la música

Frente al creciente desafío de la convivencia escolar en Chile —con violencia y exclusión en aumento, y un sistema que muchas veces no logra ofrecer espacios de sentido ni pertenencia— es urgente explorar nuevas vías para fortalecer los vínculos y reencantar a las comunidades educativas.

Durante 2024, el Colegio José Agustín Alfonso (JAA), de la Red SIP, en Pedro Aguirre Cerda, emprendió un camino innovador al integrar el programa “Semanas del Rock” de Rock al Patio. Lo que comenzó como una iniciativa artística se convirtió rápidamente en un motor de transformación cultural, con impactos medibles en convivencia, pertenencia e inclusión.

Un colegio que vuelve a resonar

Antes del programa, la convivencia en el JAA mostraba fragilidades. Según la directora, Claudia Rodríguez: “No existía mucha cultura escolar dentro del colegio. No había cariño por la comunidad”. El ambiente era percibido como rígido, excesivamente academicista, con escasos espacios para que estudiantes y docentes construyeran vínculos significativos.

La implementación de la banda escolar “Los Me Duermo” (Videoclip “Sin Dirección”)  cambió radicalmente este panorama. Profesores y estudiantes compartieron escenario y ensayos, desdibujando jerarquías y fortaleciendo vínculos humanos. “El hecho de que los profes tocaran instrumentos —no solo los de música, sino de matemática, física, lenguaje— permitió que para los alumnos se sintieran más cercanos”, relata la directora. Esta humanización del profesorado fortaleció la función de apego secundario que los docentes ejercen en el desarrollo emocional de los estudiantes (Berger, Alamos & Milicic, 2016).

Resultados medibles: qué nos dijo la comunidad educativa

En mayo de 2025, Rock al Patio aplicó una evaluación docente a 32 profesores/as del establecimiento para sistematizar los efectos del programa. Los resultados muestran altos niveles de consenso y valoración positiva en las dimensiones clave:

Dimensión Testimonios al respecto Promedio evaluación (del 1 al 5)
Trabajo en equipo y convivencia “Los ensayos fomentaron el trabajo en equipo” 4,42
Inclusión y talentos diversos “La banda permitió que estudiantes con talentos no académicos fueran valorados” 4,39
Orgullo y pertenencia “El reconocimiento público de la banda reforzó el sentido de pertenencia al colegio” 4,35
Regulación emocional y concentración “Tocar en grupo ayudó a regular el ánimo y concentrarse mejor” 4,32
Clima escolar “El programa contribuyó a mejorar la convivencia” 4,29

Estos promedios superiores a 4,2 sobre 5 reflejan un alto consenso sobre el valor formativo y socioemocional del programa.

Los testimonios docentes también destacan:

  • Impacto emocional y relacional (19 menciones): entusiasmo, autoestima, motivación.
  • Transformación del clima escolar (17): ambiente de respeto, reducción de conflictos.
  • Participación y pertenencia (16): la banda como núcleo de comunidad.
  • Inclusión y valoración de talentos (11): estudiantes históricamente invisibles adquieren protagonismo.

Testimonios adicionales que reflejan el valor pedagógico, emocional y humano del programa:

“La música fue un espacio de encuentro y orgullo. Muchos niños se sienten parte gracias a eso.”

“Una metamorfosis. Así describiría el proceso vivido.”

Un nuevo referente institucional que transforma vidas

En el JAA, la banda no solo fortaleció la convivencia: se convirtió en un referente simbólico que detonó un proceso de apertura cultural. Hoy “Los Me Duermo” es la banda oficial del colegio y su existencia ha inspirado la creación de clubes científicos, grupos de debate, talleres artísticos y deportivos, además de una mayor participación en ferias y actividades externas. “Se les abrió el mundo. Ahora los profesores proponen ideas, y nosotros como dirección los apoyamos”, sintetiza la directora.

Este cambio institucional también tuvo impactos profundos a nivel personal. Un caso emblemático es el de una estudiante con varios intentos de suicidio y un historial de alta conflictividad, que logró una transformación radical al integrarse a la banda: “Si no hubiera sido por la banda, habríamos tenido un término de año muy trágico”. Hoy esta joven cursa estudios superiores. La banda funcionó como entorno protector y significativo, ofreciendo reconocimiento, estructura y pertenencia.

Lecciones para el sistema educativo

Los resultados del JAA y del estudio docente confirman lo que ya han mostrado revisiones internacionales y la propia evidencia de Rock al Patio:

  • La música en grupo fortalece la convivencia escolar, al crear espacios emocionalmente seguros y colaborativos.

  • Fomenta el sentido de pertenencia, un predictor clave de asistencia y permanencia escolar.

  • Promueve la inclusión educativa, al visibilizar talentos diversos y ampliar las formas legítimas de participación.

  • Desarrolla competencias transversales, como el trabajo colaborativo, la disciplina y la responsabilidad.

  • Contribuye al bienestar socioemocional, facilitando la autorregulación y mejorando la autoimagen de los estudiantes.

Además, los efectos del programa se alinean directamente con la Política Nacional de Convivencia Educativa 2024–2030 y el Plan de Reactivación Educativa, en los ejes de salud mental, equidad y compromiso escolar.

Un mensaje urgente

En un contexto donde más del 80 % de las familias percibe la violencia escolar como uno de los principales desafíos del sistema (El Dínamo), es urgente impulsar intervenciones que reconstruyan el tejido relacional de las escuelas. Rock al Patio no es una “actividad extraprogramática”, sino una inversión educativa y emocional de alto impacto.

En síntesis

La convivencia escolar se armoniza cuando abrimos espacios para que la diversidad encuentre hogar. La música, y en particular los programas de bandas escolares bien diseñados, ofrecen un camino poderoso, transformador y urgente para las comunidades escolares chilenas.

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